sábado, 4 de agosto de 2012

Nobleza y corazón…o…soberbia y avaricia en el mundo taurino…

La verdad es que no suelo tratar temas de este tipo en mi blog, pero es mi única manera de describir todo lo que veo, leo y siento sobre el mundo taurino últimamente sin cortes de ningún tipo. No me voy andar con rodeos y voy a ser muy clara, sé que muchos criticarán mi entrada y otros me entenderán.

Estoy bastante indignada el tener que escuchar, leer de gente que pone en el cielo a grandes figuras del toreo por causas que sólo benefician a gente de bien o por el simple hecho de lavar su imagen públicamente. Ese tipo de gente que les aclama y los pone de Dioses y de grandes, los defienden por interés e ir al sol que más calienta, porque no tienen ni idea, o les importa un bledo la gente sin cash.

Todavía estoy por escuchar en boca de algunos de esos grandes “Dioses” el tener detalles que beneficien de verdad al aficionado taurino que no puede permitirse el lujo de asistir a grandes festejos, de ayudar a sus propios compañeros cuando más lo necesitan.

Estoy de acuerdo que la gente pide mucho a esas grandes figuras, pero en ellos esta en dar prioridad a lo que realmente merece la pena ayudar, como todo ser humano es libre de hacer y deshacer.

Desde que tengo uso de razón siempre me ha demostrado el mundo taurino valores humanos enormes, por eso me siento tan orgullosa de que mi padre, siendo yo una cría, me inculcase este mundo tan bonito y tan maravilloso y con tanto valor humano.

Con estas acciones lo único que se esta consiguiendo es que ese aficionado que tanto disfruta con este mundo se desencante, se desilusione y vea actos que no demuestran ningún valor humano bueno, sino todo lo contrario, se vea soberbia, avaricia e interés por beneficiarse. Luego echamos las culpas al antitaurino de turno, pero creo que estos actos como muchos otros, que la mayoría del aficionado se estan encargando de cargarse parte del arte, el arte taurino.

Sin más, una humilde opinión de una gran aficionada taurina que valora por encima de todo la nobleza y el corazón de grandes toreros.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Una mirada perdida….

Una mirada perdida en el horizonte, visualizando los placeres del campo, una mirada intentando buscar aliento, fuerzas, buscar aquello que tiene perdido.

Dicen que la mirada es el espejo del alma, y que cierto es. Cerrar los ojos e intentar visualizar todo aquello que nos hace sacar mil y una sonrisa, que nos hace estremecernos, pero esa sensación desaparece por completo, apretar los párpados muy fuertes y sentir esa impotencia, esa desilusión y esa amargura de esa mirada perdida buscando esa alegría.

Al abrir los ojos y seguir mirando al horizonte, la visión se nubla, se cristaliza inundando esos dulces ojos de lágrimas que corretean por las mejillas como si fuesen manantiales. Esos ojos juguetones, vivos, alegres, expresivos, llenos de fuerza han perdido todo su sentido y todo porque alma y corazón cansados se unen para dar esa expresión a la mirada.

Una mirada se cruza, una mirada tierna, dulce, bella, una mirada maternal, que lo único que dice a esos ojitos inundados de lágrimas es: “no sufras, yo estoy contigo y vamos a conseguir juntas que esa mirada juguetona vuelva a brillar, a transmitir viveza, devolver a esa mirada triste esa felicidad que tenía”.

Volver a cerrar los ojos y sentir esa paz, esa tranquilidad, esa protección y seguridad de que todo se va a calmar. Ese llanto poco a poco se calma, dando lugar a una mirada de esperanza, a unas mejillas sonrojadas de tantas lágrimas que han correteado por ellas y a una media sonrisa en los labios.

Volver de nuevo donde se encontraba esa mirada perdida en el horizonte, visualizando ese maravilloso paisaje y decirle al alma y al corazón que pronto esa mirada sólo brillara de viveza.